En el primer día del evento, que continuará hoy y mañana, la sociedad civil con trabajo en VIH resaltó el uso de salvaguardas legales, la sustentabilidad de las políticas públicas y la lucha contra el estigma y la discriminación como claves en la defensa del derecho a la salud. Autoridades nacionales en la materia declinaron participar.

Buenos Aires, 17 de noviembre – El Congreso Internacional sobre Acceso a Medicamentos, Tecnologías Médicas y Derechos Humanos tuvo su primera jornada ayer en esta ciudad, ante la presencia de numerosos expertos, activistas, representantes de agencias internacionales, funcionarios y académicos. En este vital espacio de encuentro y debate se discutieron los aspectos fundamentales para la respuesta al VIH en Argentina y también para la defensa del derecho a la salud en general.

El Congreso fue inaugurado oficialmente por la tarde, con una mesa integrada por la Directora Ejecutiva de Fundación GEP, Lorena Di Giano, el ex Ministro de Salud Dr. Daniel Gollán y el reconocido sanitarista Jorge Rachid, y moderada por el secretario de GEP José María Di Bello. Con la discusión centrada en el impacto del sistema de propiedad intelectual sobre la accesibilidad de los tratamientos, Di Giano comenzó recordando que «Las salvaguardas que protegen la salud pública figuran en la ley pero hay precios altos cuando los países ejercen su derecho a usarlas, como sucede actualmente en Brasil y Argentina» haciendo referencia al juicio de farmacéuticas multinacionales al Estado Argentino. Di Giano abogó por «alternativas para que los tratamientos sean accesibles a las personas: una opción que produce pero deja fuera a la gente no nos sirve» y por un sistema «que trate a los medicamentos como bien social que garantiza el derecho a la salud, no como mercancía«.

Igualmente críticos con los modelos de especulación sobre la salud, tanto Gollán como Rachid advirtieron que el neoliberalismo ve a la salud como una oportunidad de negocios: para el ex Ministro «Con el retiro de los programas, en Argentina ahora estamos en una primera fase de este proceso. Sin embargo, la salud es un derecho innegociable, y eso quiere decir que el Estado debe estar garantizándolo con capacidad y financiamiento«. En un cierre de mesa con nota optimista, Rachid destacó que «Los sistemas solidarios de salud son imprescindibles en esta batalla de modelos sanitarios contra los que propone el neoliberalismo, que están basados en el lucro. La soberanía sanitaria y el Estado regulador y productor son el camino«.

Foto: José Luis Schanzenbach

La jornada sin embargo había comenzado poco después de las 10 horas, cuando Di Bello y el presidente de la Fundación GEP Pablo García dieron la bienvenida a los asistentes y repasaron los objetivos y temas a tratarse en el evento, que continuará hoy y mañana en el Dazzler Hotel (San Martín 920). Las primeras mesas estuvieron dedicadas a la situación del VIH y hepatitis C en Argentina: los desafíos para el acceso a los tratamientos y la agenda de prioridades fueron los temas centrales de la primera parte del día.

En la mesa que siguió a la bienvenida, sobre desafíos para el acceso, el Coordinador de ONUSIDA para el Cono Sur Alberto Stella opinó que «La sustentabilidad de los tratamientos sigue siendo una barrera para el problema del VIH. La medicalización no va a resolverlo, sino una respuesta política que dé la batalla por los derechos humanos«. Esta misma línea fue resumida por Fabio Núñez, de la Dirección Nacional de SIDA (DNS): «La salud es demasiado valiosa como para dejarla solo en manos de la ciencia médica: las políticas públicas en salud deben atender sí o sí a los determinantes sociales, sino nunca llegaremos a garantizar la salud para la población«. Camila Arce, de la Red de Adolescentes y Jóvenes Positivos (RAJAP) completó: «Proponemos la adherencia a la vida, no a los medicamentos«.

Núñez participó del Congreso a título personal, lo cual sumado a la declinación a participar por parte del flamante director de la DNS, Dr. Carlos Zala, dejó sin representantes oficiales al organismo clave en la gestión pública de los temas que se discuten en el evento. La negativa a asistir provocó decepción y frustración en los representantes de organizaciones sociales, que con gran esfuerzo generan estas instancias para escuchar a y ser escuchadas por las autoridades.

Foto: José Luis Schanzenbach

Desafíos y prioridades

Un voz crítica fue la de Marcela Alsina (Red Bonaerense de Personas viviendo con VIH) quien en la segunda mesa de la jornada, al repasar los desafíos para la respuesta al VIH, fue contundente: «Hoy no tenemos sostenibilidad financiera, estructural, estratégica ni política para la respuesta al VIH en nuestro país«. Alsina remarcó la importancia de la gestión pública y de un movimiento social que sostenga la respuesta: «Nuestros derechos siguen vulnerados porque falta voluntad política, recursos económicos y una sociedad civil articulada«.

Lorena Di Giano, participando como moderadora de esta charla, destacó otro tema central: la nueva ley de SIDA cuyos distintos proyectos se están discutiendo actualmente. Para Di Giano «Necesitamos una nueva ley que fije políticas públicas que habiliten la participación de la sociedad civil y recursos para proyectos en respuesta al VIH«. Subrayando el papel del activismo, Alcira González, de la Redar Positiva, añadió que «Los activistas estamos un poco solos, y debemos juntarnos entre nosotros porque somos parte integral de la respuesta, y también debemos serlo en el diseño e implementación de políticas públicas en materia de salud«

Tras la conclusión de las mesas y la proyección de un especial sobre acceso a tratamientos para hepatitis C en Argentina, el Congreso retomará su agenda hoy con más panelistas internacionales abordando distintos temas. La agenda completa puede chequearse en este enlace.