Buenos Aires, 11 de septiembre 2015 – Esta semana tuvimos en Latinoamérica la visita del Director Ejecutivo de ONUSIDA Global, Michel Sidibé, quien por primera vez en su gestión visitó Argentina y Chile. Sidibé llegó a nuestro país como parte de una gira mundial para promover la llamada «Estrategia 90-90-90«, que apunta a la adopción de nuevas metas para el testeo y el tratamiento de personas con VIH/SIDA.

La estrategia que mundialmente promueve ONUSIDA propone aumentar los esfuerzos para el diagnóstico de al menos el 90% de las personas infectadas por VIH – en Argentina las cifras oficiales indican que el 30% de la población con VIH desconoce su estado serológico-. El plan incluye también una meta, el segundo ¨90¨, que plantea serios desafíos para los sistemas de salud, ya que propone que el 90% de las personas diagnosticadas comiencen el tratamiento desde el minuto cero del diagnóstico. Esta meta conlleva un aumento significativo en la cantidad de personas que serían elegibles para comenzar tratamiento antirretroviral.

Como la Fundación Grupo Efecto Positivo (FGEP) viene alertando desde hace años, las compañías farmacéuticas multinacionales imponen sus medicamentos para tratar la infección por VIH a precios exorbitantes mediante monopolios generados por las patentes farmacéuticas. Por ello la meta del segundo ¨90¨ representa un gran desafío, teniendo en cuenta el impacto que significaría su adopción para los presupuestos públicos destinados a la provisión gratuita y universal de medicamentos a la población que los necesita. Como manera de abordar esta problemática, FGEP realizó una propuesta al Ministerio de Salud de la Nación de agregar “un cuarto 90”  o “meta de sustentabilidad” para lograr que el 90% de los tratamientos se adquieran a precios asequibles. Esta meta permitirá garantizar el acceso y la disponibilidad de los tratamientos antirretrovirales e insumos de diagnóstico y prevención a toda la población.

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Esta cuarta meta fue finalmente consensuada por el Ministerio de Salud con representantes de las personas con VIH, miembros de las comunidades más afectadas, organizaciones de la sociedad civil y miembros de la sociedades científicas en un documento de consenso nacional en el que las partes se comprometen, entre otras cosas, a  “promover y defender las salvaguardas establecidas en el Acuerdo sobre ADPIC (Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio) para proteger la salud pública, a través de la emisión de licencias obligatorias para favorecer la competencia en el mercado, la entrada de medicamentos genéricos de calidad, la producción pública y toda otra medida que asegure la asequibilidad de los precios”.

En relación al proceso de consenso, el Ministro de Salud de la Nación Daniel Gollán declaró ayer al diario Página12Nosotros le agregamos un cuarto 90, producto de las charlas que tenemos con asociaciones de pacientes con VIH-SIDA que trabajan con nosotros. El cuarto 90 que nos propusieron estas asociaciones es que el 90 por ciento de los tratamientos sean a precios justos”.

Al reunirse con Sidibe el último miércoles en la sede de la cartera sanitaria, el Ministro Gollán volvió a remarcar la adopción e importancia de esta cuarta meta y mencionó también la importancia de la inversión en investigación y desarrollo para productos innovadores en el país o reformulación de productos y recordó la creación de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos. En esta misma reunión, Sidibe elogió la propuesta que garantiza la asequibilidad de los tratamientos como “un ejemplo que debe ser incluido a nivel mundial”.

Argentina, en uso de su soberanía, ha puesto a la vista del mundo esta realidad: que los altos precios de los medicamentos limitan el acceso y ponen en riesgo los sistemas públicos de salud y en consecuencia la vida de las personas.